A propósito del dolor y las opiniones ligeras
Para un artista de la escena, un
bailarín, un actor, un cantante y hasta para un músico, el cuerpo es su
principal instrumento, efectivamente, así es, así debería ser. Desde las
cuerdas vocales hasta el empeine, los dedos, intervienen en el proceso creativo
para cualquier artista de la escena.
Existen
muchas técnicas que intervienen en el trabajo del cuerpo, en este caso el
cuerpo del actor. Independientemente de la técnica, estilo o método
que usted aplique para la construcción del personaje, el cuerpo del actor debe
ayudar en la narración de la historia, debe estar involucrado en su totalidad a
la hora de contar esa historia; y es materia prima en la caracterización ya sea
en una obra, opera o danza. Desde Frederick
Matthias Alexander hasta Tadashi
Suzuki (y no quiero seguir, pues,
quienes me conocen saben que no me gusta el exhibicionismo de los “conocimientos
teóricos” y los "Name droppers"). Por igual, la danza debe ser protagonista en la
formación de un actor, desde conocer la técnica clásica, el jazz, Tap Dance,
afrocaribeña, danza contemporánea, cualquier danza ritual o folclórica es
importante para el cuerpo del actor. En lo personal, como actor, la
técnica, estilo y pedagogía de danza Graham (Martha Graham 1894-1991) siento ha sido muy efectiva
para mi formación.
Performance in New York City 1991
Durante los ensayos de “Calígula”, siempre llegaba dos horas antes para trabajar el
cuerpo. Además de las maravillosas clases del gran maestro Eduardo
Villanueva, también trabajaba por mi cuenta. Recuerdo, que, en mi
proceso en este montaje, dirigido por el maestro Giovanni Cruz, decidí
trabajar el ritmo y la memoria, implementando rutinas de Tap Dance, como
elemento de la hiperactividad del personaje. En ese momento, consideré
que me hacía falta para encajar en el ritmo colectivo del montaje.
En “Los Gallos Salvajes”
del gran maestro Hugo Arguelles, investigué sobre los ritos en el caribe
mexicano y urge en las danzas afrocaribeñas como estudio antropológico de mi
personaje.
En "A Bird Named Cu”
tuve la suerte de entrenar y trabajar con el magnífico maestro Oscar Correales
sobre las danzas de la cultura Maya.
Con Peter el Rojo,
pasé horas observando los movimientos involuntarios de las personas en
lugares públicos y así podría continuar con las explicaciones …
En mis procesos artísticos, tanto como actor, igualmente como director, el cuerpo es el instrumento inmediato de quien trabaja en la escena, además de la preparación intelectual y la conexión emocional. Se me hace muy difícil observar cuando un actor empieza un ensayo, sin trabajar su cuerpo, sin sintonizar cuerpo, memoria y respiración.
Durante toda mi experiencia de
entrenamientos e investigación sobre técnicas del cuerpo aplicadas a la
actuación, una de las reglas fundamentales es cuidarse y cuidar a los
compañeros durante cualquier estilo de fiscalización, ya sea durante un combate
escénico, como en una coreografía o en el más simple del llamado “bloqueo
escénico”, "cuidar y cuidarse", siempre ha sido mi lema y parte
fundamental en el entrenamiento del cuerpo y de la salud
física. Pero en la vida, por más cuidado que uno ponga, nadie está exento
de sufrir un accidente, los accidentes ocurren, uno trata de prevenirlos, pero,
nadie está preparado del todo para no tenerlos, pues, ocurren por múltiples
circunstancias. En mi caso el único y terrible accidente que he tenido
está totalmente fuera de mi profesión escénica, pero, ha repercutido en mi
carrera de una manera significativa. Siempre
he sido un actor muy físico: danzas ,combates, vuelos escénicos, expresionismo,
mímesis, han sido parte del camino que escogí, pero ahora, ese instrumento que
tanto había cuidado se ha visto muy afectado y por ende, hasta cierto punto, ha
afectado mi carrera escénica.
Entre las llamadas de auxilio, la espera, el dolor y el
susto, la desesperación me invadía al pensar que quizás no podría volver a
pisar los escenarios, no podría volver a caminar... El resultado fue la
rotura de una vértebra y varias hernias discales. La vertebra fue
reconstruida por medio de una técnica (un tipo de cirugía en donde te
reconstruyen la vértebra afectada con un tipo de pegamento
plástico). A partir de entonces y después de terapias y de haber estado
con un soporte plástico del pecho a la cintura por un largo tiempo, sigo
padeciendo de dolores crónicos. Hay momentos en que siento que me duele
el esqueleto entero, el dolor es tan agonizante que los doctores se han visto
obligados a reanudar el tratamiento ofreciéndome inyecciones en la columna o cirugía
como alternativas para aliviar los dolores. En los próximos días vuelvo a al especialista para el dolor, esperanzado en poder lograr una mejoría aún mayor,
para poder lograr incorporarme aún más a mi trabajo teatral, a mi filosofía de
vida, el teatro. En toda esta trayectoria, el efecto postraumático ha sido
terrible.
Peter El Rojo The Gorilla
Sé que pudo haber
sido mucho peor, por eso doy gracias a Dios. Hago lo posible por no
quejarme e insisto en ver las cosas desde un ángulo positivo. A pesar de
que trato de convencerme de que voy a estar bien, entre altas y bajas (como
esta semana en que el dolor ha sido terrible), en este proceso, los
medicamentos para el dolor han sido importantes, pues, por un lado es lo único
que me calma el severo dolor, porque, para mi desventaja, soy “cero
tolerancia al dolor”;por otro lado sabemos lo dañino que pueden resultar
algunos medicamentos para los órganos, como por ejemplo, mi estómago, que
en este momento es un desastre, resultando un metabolismo lento, digamos casi
muerto y claro, el sobrepeso, que tan poco ayuda a la mejoría del dolor,
todo se convierte en un señor circulo vicioso, un efecto domino. En fin,
que hay que seguir luchando, seguir mejorando y buscar alternativas positivas
para estar bien. Seguir mirándolo todo desde el mejor ángulo posible, ya
que no hay otra alternativa.
El Beso De La Mujer Araña: El musical
Ha pasado el tiempo, y claro, en todo está odisea de combinar los tratamientos
con ser positivo, una de las cosas que más me trabaja, es la ligereza con la
que ciertas personas emiten sus opiniones sobre mi sobrepeso, sin la más mínima
delicadeza, con tal libertad y en ocasiones, hasta con alegría, algunos me
indican las mejores dietas, otros, me mandan a caminar y hay aquellos, los más
expresivos, quienes me han dicho“… ¿y qué fue lo que te pasó?”, aún peor, cuando
se convierte en un “bullying” de algún compañero de profesión, por
ejemplo, los chistes sobre los gordos y los que más comen, o aquellos que se
sienten con la libertad de acariciarte, abrazarte y hasta tocarte la barriga,
mientras te dicen casi al oído: “tienes que ponerte a rebajar” …y se agrava,
cuando en una reunión o en un ágape, que involucra comidas y bebidas, no falta aquel que desde la nada y sin que venga al caso, ponga el tema de la dieta y
que, además, dedique su desagradable soliloquio justamente a ti, mientras se
atraganta todo lo que estén brindado, sí, porque los que teorizan sobre las
dietas y las comidas, generalmente son quienes más comen y casi siempre tienen buen metabolismo; y podría quedarme un día entero contando anécdotas de este
tipo o similares. En la mayoría de los casos, uno tiene que, apelar a la
educación, sonreír, escuchar, asentir y dedicarse a responder: si, sí,
claro o simplemente sonreír …
Las Mariposas Son Libres en la foto Niurka Mota.
Vivir con dolor es desesperante y frustrante. Sufrir de sobre peso, algo
de lo que nadie quiere padecer, es algo que nos afecta a muchos y no debería ser motivo de chistes de mal
gusto, ni de opiniones innecesarias, más aún, cuando no le han pedido su
opinión. Relájese, usted no tiene porque sentirse nutricionista,
sicólogo, comentarista, comediante ni comunicador, ni siquiera locutor; sobre
todo, no se sienta con derecho a dar una opinión donde no se la han
pedido. No es necesario convertir en palabras o en expresiones todo
lo que uno
piensa (trabaje su autocontrol), porque, a veces lo que para usted es una
simple opinión o un simple chiste, puede que para otro sea algo doloroso o
trágico. Observar en silencio puede resultar en un interesante y gran
ejercicio, ¡practíquelo!
Pensar antes de emitir ¡juicios ligeros! es mucho más
saludable.
Gracias por leer lo que escribo.
Carlos Espinal